Una de las propuestas señala que el 10% del premio sea destinado a un
Fondo Especial para que luego sea repartido, en partes iguales, a los
servicios de Educación y Seguridad. El otro proyecto plantea “pago
bancalizado” de los premios superiores a 1.000 pesos.
Dos iniciativas fueron presentadas por el legislado de Unión PRO, Ricardo Zamperettien, en la Cámara alta para realizar mas controles sobre el juego, mas especificamente sobre los premios netos que efectivamente serían abonados por las salas de juegos que son controladas y/o reguladas por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos.
Retención al premio
El primer proyecto fija una “contribución especial” de lo ganado, que se calculará aplicando una alícuota del 10 % sobre el monto neto de los premios de juego controlados y/o regulados por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos.
La totalidad de lo recaudado por la contribución “no será coparticipable” y se distribuirá, en partes iguales, al Fondo Provincial de Educación (Ley 13688 art.181), con afectación específica a las instituciones de educación obligatoria del Sistema Educativo, y el 50% restante constituirá fuente de recursos con destino específico a los Servicios de Seguridad.
El responsable de efectuar la retención de la contribución especial será
la persona o entidad pagadora del premio. En los casos de premios en
efectivo, deberá descontarlo del dinero en el momento en que se hiciere
efectivo su pago, acreditación o entrega al beneficiario. En los casos
de premios en especie, el proyecto establece que “la persona o entidad
organizadora exigirá del beneficiario el monto del impuesto a cuyos
efectos podrá supeditar el pago del premio a la percepción del monto
debido por aquel concepto”.
Bancalización
En esta misma línea, la otra propuesta presentada por Zamperetti establece una “bancarización” de los premios superiores a $1.000. Es decir, todos aquellos jugadores que excedan esa suma en premios, deberán efectivizar el cobro en los bancos, ya sea a través de cheques o depósitos.
En la actualidad, los premios del juego son abonados generalmente en efectivo, sin que quede registro del beneficiario, fecha o importe. Propiciando, de esta manera, que ese dinero quede dentro de la economía informal, o bien facilitando maniobras de tipo ilegal, ya sea evadiendo impuestos, o bien de lavado de dinero.
Según el senador, el objetivo del proyecto es “facilitarle el cobro del premio al jugador, ahorrándole la necesidad de salir del establecimiento o entidad pagadora con todo el dinero en efectivo, con el consiguiente peligro de robo”. “Además -agregó- permite que esos fondos ingresen al circuito formal de la economía”.
En cuanto al cobro, la iniciativa establece que éste deberá ser efectuado por la persona o entidad pagadora del respectivo premio, mediante cheque nominativo extendido a nombre del ganador del premio, cruzado y con la cláusula “no a la orden”; cheque de pago diferido, emitido a nombre del ganador del premio, cruzado y con la cláusula “no a la orden”; compensación bancaria instrumentada mediante transferencias interbancarias por vía electrónica; acreditación en la cuenta bancaria del ganador del premio, por procedimientos manuales o electrónicos; o por la intervención de entidades comprendidas en la ley 21526, que actúen en carácter de agentes pagadores.
En lo que respecta a la constancia del cobro del premio, el proyecto plantea que, “en todos los casos, corresponderá indicar el medio de pago y los datos que permitan individualizar el instrumento utilizado para pagar el premio. A tal efecto, deberá dejarse constancia del medio de pago utilizado, en el recibo que se emita como constancia del pago realizado, o bien en una orden de pago emitida mediante sistemas informáticos que permitan tal emisión junto con el pago respectivo”.
Fuente: El Parlamentario
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