El organismo de recaudación modificó el régimen del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), otorgando 45 días corridos adicionales para corregir incumplimientos formales antes de que impacten en el estado fiscal del contribuyente.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) publicó la Resolución General 5748/2025, mediante la cual se modifica la Resolución General N° 4.310 que regula el funcionamiento del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA).
El SISA es la plataforma mediante la cual los productores y operadores agrícolas informan sus operaciones y mantienen un sistema de calificación (“scoring”) que determina su estado fiscal. Dicho estado incide directamente en su acceso a beneficios y tratamientos diferenciales, como reintegros, devoluciones de IVA, entre otros.
La novedad: más tiempo para subsanar incumplimientos
Hasta ahora, cuando ARCA detectaba incumplimientos formales (por ejemplo, omisiones de presentación de información o errores en declaraciones), los contribuyentes recibían una notificación (“comunicación de inducción”) para corregir la situación dentro de un plazo determinado.
Con la nueva norma, se establece que los contribuyentes contarán con 45 días corridos adicionales a partir de la comunicación de inducción para regularizar esos incumplimientos formales, antes de que su estado dentro del SISA se vea afectado.
De esta manera, el nuevo estado asignado solo tendrá efecto una vez transcurrido el plazo original más estos 45 días extra.
Vigencia y alcance
- La medida comenzará a regir a partir del 1° de septiembre de 2025.
- El beneficio aplica únicamente para los incumplimientos de tipo formal (no así para aquellos vinculados a una conducta fiscal incorrecta o de mayor gravedad).
- El cambio busca fomentar el cumplimiento voluntario y dar mayor previsibilidad a los sujetos alcanzados por el régimen.
Un paso hacia el cumplimiento voluntario
ARCA destacó que la modificación responde a la experiencia adquirida desde la puesta en marcha del sistema y a la necesidad de flexibilizar los plazos para que los contribuyentes puedan corregir errores sin que ello implique una inmediata penalización en su calificación.
De esta forma, se refuerza el espíritu del SISA: ser una herramienta que incentive el cumplimiento, a la vez que permite al fisco contar con información precisa y actualizada del sector agropecuario.



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