La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) incorporó este año Indicadores Mínimos de Trabajadores (IMT) para nueve sectores económicos, a fin de detectar eventuales fraudes laborales, y en los próximos meses extenderá el mecanismo a otras cinco actividades.
El área de seguridad social de la AFIP incorporó este año Indicadores Mínimos de Trabajadores (IMT) para nueve sectores económicos, a fin de detectar eventuales fraudes laborales, y en los próximos meses extenderá el mecanismo a otras cinco actividades.
El director general de Recursos de la Seguridad Social del organismo, Carlos Alberto Sánchez explicó que desde la creación de la herramienta a fines de 2010 se dispuso la aplicación de esos indicadores a 38 sectores, a fin de “lograr la inclusión social y la igualdad de derechos de todos los trabajadores, y combatir la competencia desleal”,
Durante este año, con el objeto de determinar de oficio la cantidad de trabajadores que pudo necesitar una empresa para desarrollar su actividad, se aplicaron IMT a firmas importadoras; de forestación y cosecha forestal (tala); aserraderos y viveros; elaboradoras y comercializadoras de pastas frescas; productoras de tomate; haras de equinos para deporte (pura sangre de carrera) y compañías de call center.
“Para que exista un hecho económico que implique utilizar mano de obra debe haber una cantidad mínima de trabajadores. Yo no podría construir un edificio si no tengo los empleados para hacerlo, excepto que tenga una tecnología muy desarrollada, pero eso lo voy a tener que demostrar”, indicó el funcionario.
La aplicación de los IMT comenzó, precisamente, en el sector de la construcción de edificios de departamentos y continuó con distintas actividades textiles, de turismo, de engorde de ganado a corral (feed lot), producción citrícola, restaurantes y hoteles.
En distintas resoluciones de la AFIP durante 2011 se incorporaron jardines maternales; establecimientos geriátricos; supermercados; estaciones de servicio; producción frutícola, yerbatera y olivícola; elaboración de aceite de oliva y de aceitunas en conserva; construcción de viviendas; panaderías; tambos; algodoneras; molinos y frigoríficos.
“Lo más importante que tiene esta herramienta es que la determinación de relaciones laborales ilegales pasó de ser un riesgo instantáneo (detección in situ) a que sea un riesgo permanente en el tiempo (diez años hacia atrás)”, dijo Sánchez.
En ese sentido, explicó, que “hoy podría encontrarme con una construcción que finalizó en 2004 y ver si sus titulares tenían los empleados necesarios para levantar ese edificio; de lo contrario, podría presumir la cantidad necesaria de trabajadores para esa actividad, aún cuando ya no haya relación laboral”.
El área de Seguridad Social de la AFIP tiene avanzados los estudios para implementar durante este año indicadores mínimos de trabajo en los sectores de producción de vid para vinificar; bodegas; farmacias; combis (charters) y empaque de cebollas.
Además, prevé incorporar nuevos IMT, probablemente durante el año próximo, para otras 15 actividades.
En el sector agropecuario se incluirán a los principales granos cultivados en el país (soja, maíz y trigo), además de producción de cebollas, uvas de mesa y pasas, equinos para deporte (polo), caña de azúcar, ajo y esquila de ovinos.
Entre las actividades industriales y de servicios se aplicarán IMT en las áreas de transporte de carga; taxis; lavaderos de autos; fábricas de galletitas y bizcochos; y curtiembres.
Tras la implementación de los indicadores, la AFIP comenzó recientemente su aplicación y ya completó 122 controles (sobre 277 fiscalizaciones iniciadas), con lo cual logró registrar a 268 empleados, la mayor parte de oficio, y se cobraron más de 5 millones de pesos por los ajustes realizados a los empleadores.
“La presunción es una herramienta legal que data de 2005, al igual que las que se usan en materia tributaria, y a los valores criterio y de referencia de la Aduana, pero que nunca se habían aplicado en materia laboral”, señaló Sánchez.
El funcionario destacó que “innovamos en este sentido y somos líderes en lo que es el desarrollo de esta herramienta, como pudimos comprobar en nuestro trabajo con el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT)”.
“Al resto de los países le parece muy novedosa la posibilidad de contar con una herramienta que permita crear riesgo al defraudador y fiscalizar el empleo no registrado, sin tener que hacer inspecciones en el lugar”, concluyó Sánchez
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