La Cámara alta de la Nación dio media sanción al un proyecto que establece un estatuto para “los teleoperadores y sus empleadores por el trabajo que se preste en los centros de atención de llamadas, también denominados como call centers”, según expresa el primer artículo de la iniciativa, que deberá ser tratada en Diputados para convertirse en ley.
El texto en cuestión, que fue aprobado por unanimidad –con 38 adhesiones-, está basado en proyectos de la senadora pampeana María Higonet y del cordobés Ramón Mestre.
La jornada de trabajo –cinco días por semana- diaria “no podrá exceder de seis horas”, mientras que la nocturna no deberá pasar de las cinco horas y media, “entendiéndose por tal la que se cumpla entre la hora veintiuna de un día y la hora seis del siguiente”.
Además se plantea un descanso diario de quince 15 minutos cada dos horas efectivamente trabajadas, y se permitirá una “pausa entre llamadas”, que deberá ser, como mínimo, de 15 segundos entre las mismas, a “los efectos de permitir el descanso del teleoperador”.
Higonet señaló en el recinto que es necesario el proyecto ya que “al no haber un marco legal, que regule con sus especificidades, sus trabajadores están desprotegidos”.
Por su parte, Mestre expresó en un comunicado que la iniciativa apunta a “resolver una serie de problemas que deben enfrentar estos trabajadores, como una alta rotación en los puestos, en los horarios, y a soportar, en muchos casos, inadecuadas condiciones laborales, despidos masivos y una insuficiente representación gremial, entre otras desventajas”.
El legislador señaló que si bien lo call centers “son una alternativa de ingresos, principalmente para los jóvenes, acarrea a éstos diversos problemas de salud como stress, alteración del sistema nervioso, trastornos digestivos, problemas en la audición, la vista y la espalda, entre otros”.
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